La propuesta teórica que nos interesa interrogar en este número corresponde a lo que Ernesto Laclau, en una de las conferencias realizadas durante 1997 en Chile, identifica como el tercer modelo del desarrollo de la teoría estructuralista, tras el modelo de la lingüística estructural saussu-reana (presente en la antropología estructural de Claude Levi-Strauss) y el segundo modelo representado por la Escuela de Praga y la obra de Roman Jackobson (Laclau, en Villalobos-Ruminott, 2002). A diferencia de los dos modelos anteriores, este tercer modelo sería ahora posestructuralista2 ya que cuestiona el carácter cerrado de las estructuras de sentido y pondría el foco en comprender los cambios en los sistemas de significación por sobre de sus continuidades. De este modo, los aportes de la semiología de Roland Barthes, el psicoanálisis lacaniano, pero especialmente la deconstrucción derridiana3, ofrecen elementos teóricos relevantes para comprender el ca-rácter precario e incompleto de toda estructura o sistema de significación.

 

En suma, en este número nos interesa reflexionar respecto a las críticas al tercer modelo identificado por Laclau y pensar en la posibilidad de la for-mación de un cuarto modelo en la teoría estructuralista, el cual, responda a nuevos desplazamientos o dislocaciones en las estructuras de significación. ¿De qué modo aportes teóricos como el giro afectivo y el giro performati-vo en las Ciencias Sociales o los llamados nuevos materialismos permiten identificar nuevos lugares de inscripción de las estructuras de significación?

 

Revisa el número completo acá.

?>